De que hablamos cuando hablamos de nexos, redes, urdimbres?


La urdimbre, nosotros tejiendo y tejiendo la conexión con el entorno, los elementos y la presencia tangible, sensible de ese nuevo paradigma.
En un devenir de saberes, donde la inter-transdisciplina es capaz de seguir enlazando extremos, con miradas diferentes, y es aquí en donde se produce el maravilloso dialogo de saberes. Si, en cada espacio de nuestros intersticios celulares, en cada organela, en cada sinapsis…
Si somos capaces de repicar ese cambio de mirada, ese accionar cuidadoso, generado a partir de vivencias en terreno. Estamos ante la magnífica posibilidad de ingresar por la grieta, esa que nos permite ingresar al camino de la VIDA.
La influencia del ambiente es un aspecto que ha ido tomando cada vez más notoriedad. la importancia de vivir en ambientes enriquecidos por eco factores positivos.
Que es tejer… o entretejer?
Es crear, es maravillarse, es sentir, es vibrar?
Es posible el entretejido de esa urdimbre desde una visión de encuentro de saberes, de conexión entre los dos hemisferios cerebrales?
Si es posible. Y es hermoso, fascinante y atrapante. Como una gran obra de arte.
Es la Vida!!! Y como “lecho” de ese entretejido: la música, la danza y los entornos naturales en el gran laboratorio de Biodanza. La vida al centro como eje y fuerza.
Un aula de Biodanza es ese espacio donde ponemos en juego el movimiento y los sentires de cada uno de los “lumnos”, los cuerpos son parte y todo del proceso creativo. Y si agregamos otro ‘condimento’, la conexión con lo natural, esa maravilla que nos envuelve y nos sana, nos conecta con nosotros mismos y se expande por nuestro cuerpo, haciendo crecer el verdadero ser que somos.
Este “paso a paso” nos permite recibir lo que hay, generar sensaciones y emociones diferentes que se instalaran en nuestro cuerpo, caminando con presencia soltando ataduras y mochilas ya innecesarias.
Vivenciar…mixtura que aflora por nuestras células, magia etérea, hilo invisible que cose cuerpos pieles, miradas, afectos. Y así emergemos, de este caldero seres diferentes, sin dejar de ser esencia, pero atravesados por la paleta de colores de un arcoíris infinito.
Ya lo sabemos, todo está en nuestros genes, es parte de nuestro caudal informativo, de ese maravilloso código de saberes ancestrales guardado desde que “Lucy” piso este suelo (o quizás antes) ADN, ARN, proteínas, acido esenciales y cuantas cosillas más…maravillosos ingredientes, que hacen de cada uno de nosotros seres únicos e irrepetibles.
Si la semilla es capaz de encontrar las oportunidades para expresarse (eco factores positivos), también somos entonces semilla y como ella, con toda esa riqueza, de la maravillosa complejidad de la vida. Tenemos potenciales innatos para brotar, para ello es necesario la presencia de elementos aire, agua, tierra, fuego, pero además como seres sociales, nos necesitamos como parte de ese crecimiento, necesitamos relacionarnos, ser con el otro, y en esos encuentros la creatividad florece.
Y es esta creatividad existencial, que requiere coraje sobre todo porque hay que hacer cambios, saltos cuánticos que mejoren la calidad de vida, que aumenten la percepción, que permitan encontrar campos energéticos más ricos, amor, erotismo y formas de expresión personalísimas.
Todo lo que nos rodea nos propone creatividad, pero para ello hay que tener coraje, el coraje de ser uno mismo.
La propuesta de Biodanza, recorre estos ejes, los recrea, saca a la luz saberes propios, reacomoda aprendizajes afectivos. Es una actividad que solo tiene sentido en grupo. Sin la existencia del grupo, tampoco puede existir como tal. el grupo es un generador de vida y la Vida es arte!