INSCRIPCIONES ABIERTAS PARA NUEVO CICLO DE FORMACIÓN! CONTACTANOS PARA SUMARTE

Que sabemos realmente de nosotros - La Biodanza como Acomodación Ontológica

Ignacio Cerrudo

4 min read

En nuestro cerebro no se distingue entre ilusión, percepción y alucinación, es decir: lo que soñamos para nuestro cerebro es lo real, tanto como el alimento que acabamos de ingerir en nuestra última comida. Imaginen ustedes, del otro lado, que creemos y creamos un mundo en el que las personas se aceptan como son, en el cual la supremacía del amor es la que coordina a ese mundo y las personas sin hablar se mueven al ritmo de una música y comparten movimientos, risas y un momento único e irrepetible. Pues…. no solo este mundo es posible, éste universo es posible y puede estar a la vuelta de la esquina. Hablamos claramente del sistema Biodanza.

Por suerte conforme han pasado los años, las personas estamos teniendo más noción de lo que es la Biodanza, las primeras charlas extensas que teníamos que dar para “explicar” de qué se trata, hoy se reduce a dar el título y ya al menos nos podemos imaginar un movimiento, una posibilidad de grupalidad, un proceso de mejorar. Y es que también la Escuela de Biodanza Paraná presenta esta instancia de transformación personal y formación profesional.

En lo personal, y a riesgo de sonar fanático, hace 5 años que estoy al frente de un espacio en el que se ofrecen múltiples terapias, formaciones y actividades grupales (un Multiespacio en la ciudad de Paraná), donde pude conocer y vivenciar numerosas prácticas y acompañar múltiples grupos en los que he podido experimentar movimientos muy grosos y de crecimiento personal y profesional. Mas la mayoría de las propuestas hacen hincapié en mejorar o atender una situación puntual (síntomas o afecciones); en cambio la propuesta que diseñó Rolando Toro Araneda, puede reforzar lo sano en nosotros de manera que nuestros potenciales, nuestra luz, lo mejor de nosotros aflora y se refuerza encuentro a encuentro.

Solemos escuchar que la terapia es una vez por semana, los saltos generacionales cada tantos meses, abrir los registros akashicos cada semestre, mas la Biodanza nos enseña que el dar y el recibir afecto es tan necesario en nuestra vida como el respirar y no hay contraindicaciones a dar y recibir abrazos, movimiento característico del sistema y que la ciencia ha confirmado sus beneficios a lo largo de los años y en múltiples estudios a lo largo y ancho del planeta. Podemos decir que es de público conocimiento, pero aún nos cuestan las demostraciones de afecto tanto en público como en el seno de nuestra casa a nuestros familiares o amigos más cercanos. Podemos citar miedo, timidez, cuestiones culturales, de crianza (y así podemos seguir citando palabras al infinito), pero la pregunta aquí sería:

¿Dónde puede existir un espacio de desarrollo de estas formas de afecto, en el cual me acepten tal y cual soy, sin caretas, y que me amen aún con mis defectos? Pues en los espacios donde se facilite una ronda de Biodanza pueden encontrar la respuesta.

Retomando el concepto de no atender solo lo “urgente”, la Biodanza hace mella en lo necesario que nos acoje en nuestro cotidiano. Entramos en un proceso, no es light o liviano o superficial, ya que cada movimiento es una expresión profunda de vida, nuestra vida, nuestra singularidad, en cada danza estamos danzando nuestro sentir, nuestro universo, lo único tan original e inalienable de nuestra vida, algo llamado Identidad. Semana a semana cada encuentro nos facilita pulir nuestro verdadero ser; apuntando que todos esos movimientos nos acompañen en nuestro cotidiano y cual gema o cristal del más puro, ir sacando las capas superficiales de suciedad (quizás aquellas cosas impuestas por la sociedad o la cultura o aquellas heredadas por un linaje familiar) y encontremos la senda de liberar esas cadenas y andar por los caminos que nos conducen a nuestra felicidad. Suena un poco ambicioso, ¿verdad? Un espacio tan mágico en el que nadie me juzga, soy libre y pueda ser feliz…. Pues parece surrealista, ¿es real? pues somos cientos los que podemos certificar que los cambios reales gracias a la Biodanza son 100% reales. El desafío es poder comenzar y sostener, gran desafío en estos tiempos efímeros y de inmediatez, en donde lo que dura más de un minuto ya es complejo que nos pueda llamar la atención o lo sigamos eligiendo. ¿Es algo sencillo? Pues esa respuesta en tan relativa como personas y realidades en el mundo, hay quienes de un primer encuentro nos enganchamos y aquí estamos 16 años después acompañando a nuevos y nuevas colegas facilitadores y facilitadoras en una suerte de ritual de pasaje o acompañar como fuimos acompañados de infantes en nuestros primeros pasos.

En lo personal y luego de 10 años de facilitar grupos de Biodanza en la ciudad, recomiendo ampliamente este proceso al cual además de la teoría de Rolando Toro, voy a agregar que es un sistema de “acomodación ontológica”…. Tranqui, tranqui que paso a explicar….

Podemos desdoblar ese concepto en sus 2 palabras y traer la ontogénesis como todo lo que sucede en nuestra vida desde nuestra venida al mundo hasta nuestra vuelta al cosmos (o muerte) y la acomodación pues es más conocida, es ocupar el lugar que nos corresponde en nuestra vida. Digo esto porque desde aquel primer encuentro de Biodanza en una escuela en el año 2008, permitió que conociera a los Directores de la Escuela (que tiempo más tarde me hicieron la propuesta de poder comenzar la formación en la escuelita de Biodanza). Superando las etapas de formación, años más tarde encontré un espacio en el cual pude formar grupo y sostener como rol de facilitador; sitio que actualmente es el que me ofrecieron administrar desde el año 2020 hasta la fecha. Además a lo largo de todo ese proceso pude conocer personas formidables, amistades que se sostienen al día de hoy y que conforman el concepto más férreo de red o de trama. Incluso en este proceso pude conocer profundamente a un vínculo que nació como una amistad, luego pasó a ser alumna del grupo que facilité y hoy es mi socia en un emprendimiento por nacer…. Orgulloso de este paso y de este proceso, también puedo ser testigo que las personas que más comparten tu felicidad son aquellas que comparten genuinamente las rondas de Biodanza, son aquellas personas que sostienen en una caída y que comparten nuestras alegrías.

La Biodanza como Acomodación Ontológica

Que sabemos realmente de nosotros? Aventuro estas palabras invitando a sentir esta pregunta….

Hay una famosa terapia que abre la pregunta ¿Qué más es posible? ¿Vivir de esto? Pues no solo es posible, es un privilegio.